
Pocas veces reorganizo  mis cosas. prefiero dejarlo todo como   está, sedimentándose en un interesante proceso de litoformación. Como sabes,   las rocas sedimentarias pueden tener varios destinos, en dependencia,   fundamentalmente del lugar donde estén ubicadas.
  Si durante su formación, el mar comienza su trabajo infinito, tarde o   temprano terminará convirtiéndose en arena fina y pilar.
  Puede ocurrir también que los procesos aluviales penetren, muy suavemente la   roca, dilatando, de tierna manera cualquier pequeño orificio que encuentre a   su paso. La roca, (interesante reacción) agradece este gesto y deja, casi   implora que la lluvia llene su interior, con lo cual las cavernas grutas,   cuevas o  furnias aparecen, siempre con una esbelta estalagmita dentro de   sí.
 Pero, un último y no por ello menos interesante proceso puede ocurrir. Si la   roca se mantiene sedimentándose, en la cercanía de una intensa fuente de   calor y es abrazada diariamente por otra roca (cuyo proceso litogénico   carece de importancia), entonces y sólo entonces Kafka toma su parte. Las   rocas cambian, bajo el efecto de la presión y la temperatura, adquiriendo   nuevas cualidades metamórficas completamente diferentes a su estado   anterior. Una sola diferencia es común en este proceso: las rocas, después   de unirse y cambiar, aumentan su brillo.